Activistas exigen un cambio migratorio a Sheinbaum ante su primera visita a la frontera
Organizaciones civiles, activistas y autoridades locales en Tijuana, la mayor ciudad fronteriza de México con Estados Unidos, han pedido a la presidenta Claudia Sheinbaum cambios urgentes en las políticas migratorias de México, en vísperas de su primera visita a la región desde que asumió el cargo.
Las demandas de un mayor respeto a los derechos humanos surgen tras una serie de incidentes en diferentes estados. Entre estos se destacan el asesinato de seis migrantes en un operativo militar en la frontera sur y recientes denuncias en Tijuana de presuntas agresiones y amenazas de muerte por parte del Instituto Nacional de Migración (INM).
Judith Cabrera de la Rocha, codirectora de Border Line Crisis Center, declaró a medios que en México se observa “un aumento paulatino, pero sostenido, de la militarización de la migración y de la criminalización tanto de personas migrantes como de quienes las defienden, lo cual también se ha visto en Tijuana”.
Como ejemplo, Cabrera de la Rocha recordó el incidente del 13 de octubre de 2023, cuando elementos del INM y la Guardia Nacional intentaron ingresar a la fuerza a su albergue, a solo un kilómetro del puerto fronterizo de San Ysidro, en lo que describió como “un hecho vergonzoso que encendió las alarmas”.
Agregó que el 2 de octubre de 2024, una agente de Migración amenazó de muerte a la defensora Paola Morales, quien ha trabajado en la protección de los migrantes en Baja California durante años. La activista enfatizó la urgencia de “frenar la militarización de las políticas migratorias” y afirmó que “existe una directiva nacional de detener la migración a cualquier costo, ignorando leyes y acuerdos internacionales, en complicidad con el Gobierno estadounidense.”
La visita de Sheinbaum se produce en un contexto de fluctuaciones en el flujo migratorio. Según el Gobierno, la detención diaria de migrantes en la frontera con Estados Unidos cayó un 66 % de diciembre a septiembre.
Una crisis en evolución
Sin embargo, la migración irregular a través de México aumentó un 193 % en la primera mitad del año, con más de 712,000 personas cruzando el país en su intento por llegar a Estados Unidos.
La Red Jesuita con Migrantes-México ha pedido a la presidenta una nueva política migratoria “con apego a los derechos humanos” y alejada de enfoques militarizados.
En un posicionamiento compartido con EFE, exigieron que los nuevos perfiles de los delegados del INM y de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) tengan “trayectoria, conocimientos y habilidades para implementar políticas basadas en el respeto pleno a los derechos humanos,” excluyendo a personas con formación militar, incluso en retiro o con licencia de las Fuerzas Armadas.
Reformas necesarias en las políticas de refugio
José Luis Pérez Canchola, director municipal de Atención al Migrante en Tijuana, señaló que México necesita reformas profundas en sus políticas de refugio para atender las necesidades actuales.“Vemos que tenemos leyes obsoletas, y esto se vuelve más evidente en temas de refugio.
Creemos que, en colaboración con los diputados, las autoridades deben enfocarse en una reforma para convertir estas leyes en verdaderamente humanitarias,” apuntó.