El trabajo doméstico y de cuidados no remunerado en México aporta el 26.3 % del PIB, liderado por mujeres con el 71.5 %

En México, el valor económico del trabajo no remunerado en labores domésticas y de cuidados alcanzó en 2023 un equivalente al 26.3 % del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, lo que representó 8.4 billones de pesos, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Las mujeres lideraron estas actividades, aportando el 71.5 % del total, mientras que los hombres contribuyeron con solo el 28.5 %. Este porcentaje es superior al registrado en 2022, cuando estas labores representaron el 24.3 % del PIB y un valor de 7.2 billones de pesos.

El Inegi destacó que las mujeres dedicaron el 63.7 % de sus horas laborales a estas actividades, en contraste con el 27.9 % de los hombres. Esto significa que las mujeres generaron 2.5 veces más valor económico que los hombres en el ámbito doméstico y de cuidados.

Comparación con sectores económicos

El trabajo no remunerado de los hogares superó como porcentaje del PIB a sectores clave como la industria manufacturera (20.3 %) y el comercio (18.6 %), lo que resalta su relevancia económica.

Distribución por tipo de actividad

• Cuidado y apoyo a personas: 24.5 % del valor total.
• Limpieza y mantenimiento del hogar: 23.8 %.
• Preparación de alimentos: 21.9 %.
• Compras y administración del hogar: 13 %.
• Ayuda a otros hogares y trabajo voluntario: 8.8 %.
• Cuidado de ropa y calzado: 7.9 %.

Las mujeres desempeñaron un papel predominante en actividades como la alimentación (80.6 %) y el cuidado de ropa y calzado (77.8 %). Por su parte, los hombres destacaron en compras y administración del hogar, con una participación del 42.1 %.

Valor económico por persona

El valor económico promedio generado por cada persona que realiza trabajo doméstico y de cuidados fue de 63,033 pesos anuales. Sin embargo, las mujeres alcanzaron un promedio de 86,971 pesos, más del doble que los hombres, cuyo aporte promedio fue de 36,471 pesos.

El informe subraya la desigual distribución de las cargas domésticas y la necesidad de reconocer y valorar estas actividades, que son fundamentales para el funcionamiento de la sociedad y la economía del país.