El Gobierno mexicano ha desplegado 12,675 elementos de las Fuerzas Armadas en Guerrero para enfrentar la escalada de violencia que azota al estado, marcada por masacres y asesinatos de alto perfil vinculados a las disputas entre grupos criminales, informó el secretario de la Defensa Nacional, general Ricardo Trevilla, este martes.
Desde el cambio de gobierno el 1 de octubre, Guerrero ha visto un alarmante aumento en los actos violentos. El jueves pasado, se hallaron los cuerpos de 11 comerciantes desaparecidos en una camioneta abandonada en Chilpancingo, capital del estado. Este trágico hallazgo se suma a otros recientes actos de violencia, como el asesinato de seis miembros de una familia en su hogar en Acapulco el 4 de noviembre y el enfrentamiento del 24 de octubre en Tecpan de Galeana, donde murieron 19 personas, incluidos dos policías, en un enfrentamiento entre el Ejército y grupos delictivos.
El asesinato del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos, quien fue decapitado el 6 de octubre, también ha conmovido a la entidad. Las autoridades sospechan que el grupo criminal “Los Ardillos” es responsable tanto de este crimen como del homicidio de los 11 comerciantes, según informó el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch.
Ante este contexto, el Ejército ha establecido bases de operaciones en áreas críticas como Tecpan, Quechultenango y Acapulco para reforzar la seguridad. “Son tres operaciones diferentes enfocadas en abordar la confrontación entre grupos locales”, explicó el secretario de la Defensa.
El despliegue militar ha logrado resultados significativos, como la detención de 55 personas, la destrucción de 673 plantíos de marihuana, y la incautación de 432 kilos de marihuana, 1,411 kilos de cocaína, 60 vehículos, 63 armas y 19,000 cartuchos.
“Seguimos coordinados y hemos establecido puestos de mando permanentes en cada una de estas áreas para continuar con las operaciones”, aseguró Trevilla, subrayando el compromiso de las Fuerzas Armadas con la pacificación de Guerrero.