¿Habrá multas a padres por enviar comida chatarra en el lunch de sus hijos en 2025?

Con el inicio del gobierno de Claudia Sheinbaum, la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha lanzado una nueva iniciativa para prohibir la venta de comida chatarra en las escuelas de educación básica, con la finalidad de reducir los índices de sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes. 

Esta medida, prevista para aplicarse plenamente en marzo de 2025, ha generado dudas entre padres y tutores sobre posibles sanciones para quienes envíen alimentos no saludables en el lunch escolar.

Hasta el momento, la SEP no ha establecido sanciones ni multas para los padres o tutores que envíen comida chatarra en el lunch de sus hijos en escuelas públicas. 

En cambio, la dependencia busca fomentar la conciencia entre las escuelas y familias sobre la importancia de una alimentación balanceada, promoviendo el consumo de refrigerios nutritivos que cumplan con los lineamientos publicados en el Diario Oficial de la Federación (DOF).

Recomendaciones de la SEP para el lunch escolar saludable:

  1. Alimentos frescos y de temporada: Se sugiere incluir alimentos naturales y de producción local para fomentar una dieta accesible y equilibrada.
  2. Cereales integrales: Optar por cereales sin azúcares añadidos, preferiblemente de grano entero, como avena y maíz.
  3. Leguminosas: Incluir frijoles, chícharos, lentejas, habas y garbanzos, por su aporte de fibra y proteínas.
  4. Tubérculos sin aditivos: Se recomienda papa y camote sin azúcares, sodio o grasas añadidas.
  5. Proteínas saludables: Preferir proteínas como pollo sin piel o pescado, cocidos al vapor o asados.
  6. Lácteos bajos en grasa: Optar por productos semidescremados o descremados para reducir grasas saturadas.
  7. Bebidas saludables: Promover el consumo de agua simple en lugar de bebidas azucaradas, aguas de sabor o productos con cafeína.

Adicionalmente, se sugiere reducir al mínimo el uso de azúcares en la preparación de alimentos. 

La iniciativa busca mejorar la salud infantil y educar tanto a niños como a sus familias sobre la importancia de una alimentación balanceada. 

Estos esfuerzos se centran en crear hábitos saludables desde la infancia, con la colaboración de padres, maestros y la comunidad educativa.