En el Día de Financiamiento y Mecanismos de Implementación de la COP16, una alcancía gigante en forma de puerquito fue instalada en la Zona Azul, como símbolo para exigir a los países ricos cumplir los compromisos financieros pactados para 2025.
Con una pancarta monumental, activistas de Greenpeace destacaron que “el déficit de financiación es una crisis de equidad” y urgieron a los países desarrollados a mostrar mayor compromiso en las negociaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad.
“Países ricos, rompan la hucha y paguen los 20 mil millones de dólares antes de 2025”, exigieron, haciendo referencia al acuerdo en el que las naciones industrializadas se comprometieron a destinar al menos esta cantidad a los países en desarrollo tras la aprobación del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal.
Sin embargo, a pocas semanas de que termine el año, organizaciones y expertos advierten que el acuerdo aún no se ha cumplido.
Activistas climáticos recalcaron que “cumplir esta promesa es un pequeño precio a pagar por un planeta habitable”.
Esta segunda y última semana de la COP16 comenzó con el segmento de alto nivel, en el que se espera la participación de un centenar de ministros de medio ambiente para firmar acuerdos y afinar detalles de los temas más críticos, como la movilización de recursos para la protección de la biodiversidad.